¿Caníbales?, quién diría que come
cabezas de bebés?, solo en Inglaterra donde al parecer se ha vuelto una moda.
Estas alarmantes “labores” de chocolate blanco
fueron planteadas inicialmente como un compromiso privado, pero al parecer surgieron
tan bien que Annabel de Vetten, la chocolatera creador, decidió hacer seguir originándolas.
Así, sus cabecitas fueron sorprendidas por una célebre especialista en dulcería,
tortas y pasteles llamada Miss Cakehead y ahora las cabezas de recién nacidos
son enormemente populares.
“Es sólo chocolate”, advierte la
creadora. “Si la gente se conmueve, no tiene porqué acabarlas. Pueden ir a adquirirse
una simple y fastidiada barra en cualquier comercio”.
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